Los estereotipos sociales casi
siempre tienen su origen en algo cierto. Sin embargo, al estar basados en la
observación de todo un grupo y no de un individuo, regirnos ciegamente por
estos puede llevarnos a no darnos cuenta de las numerosas excepciones que
existen.
Por otra parte, regirnos por los
estereotipos sociales puede provocar también que surjan la discriminación y los
prejuicios. Por lo tanto, es necesario ser conscientes de nuestros propios
estereotipos y tratar de observar la realidad de forma objetiva.
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